"Queremos seguir creciendo en los EE.UU."

 

Matthias Ristow, Director Gerente de Administración de Negocios, explica en la entrevista las particularidades de la fábrica en Omaha – y las diferencias culturales que existen entre los alemanes y los americanos.

Señor Ristow, usted empezó a trabajar en CLAAS Omaha hace nueve años. ¿Cómo se ha desarrollado este lugar desde entonces?

Durante este tiempo hemos sobre-duplicado nuestra producción. En 2016 todavía fabricamos 285 máquinas al año. Hoy son más de 600. Para lograrlo, hemos seguido optimizando nuestros procesos. Además, hemos hecho nuestro proceso de producción más local. Esto significa: Actualmente adquirimos muchas más piezas de proveedores de los EE.UU. Además, hemos encontrado proveedores excelentes en países como México y la India. Y nuestra cuota de mercado en los EE.UU. no ha parado de crecer.

Matthias Ristow, 57,

es alemán, además de su formación escolar en Alemania, se tituló en bachillerato en los EE.UU. Allí realizó también sus estudios universitarios. En el año 2014 empezó a trabajar para CLAAS en Omaha como Vicepresidente de Finanzas y Operaciones. Desde el año 2018 es el Director Gerente de Administración de Negocios.

¿Qué máquinas son producidas en la fábrica?

Fabricamos modelos de las series de cosechadoras LEXION: 8000, 7000 y 6000. Nuestras máquinas son básicamente idénticas a las que son fabricadas en la fábrica madre en Harsewinkel. Solo que nuestros modelos, a veces, utilizan depósitos de grano y complementos más grandes, debido a que las parcelas en los EE.UU. suelen ser generalmente mucho más grandes que en Europa. Además, el tren de rodaje de orugas CLAAS TERRA TRAC tiene aquí una demanda mucho mayor que en Alemania: Más del 60% de las cosechadoras que fabricamos en los EE.UU. están equipadas con este sistema – en Europa son el 47%.

¿Existen otros aspectos en los que se vea claramente que la fábrica se encuentra en los EE.UU.?

Sí, en lo que concierne a la forma de trabajar, claro que existen diferencias entre los alemanes y los americanos. Los alemanes solemos querer planificar cada proyecto desde el principio hasta el último detalle, mientras que los americanos se ponen antes manos a la obra. Pero estas diferencias se complementan muy bien en la práctica. Además, vemos como las compañeras y los compañeros americanos valoran el trabajar para una empresa familiar alemana. En especial, nuestro clima de trabajo es muy elogiado por la plantilla. Hace un año y medio, a modo de ejemplo, compramos unas máquinas de helado y bautizamos el miércoles como nuestro "Día del helado". La acción tiene tanta aceptación entre nuestros empleados que la tendremos que mantener para siempre, si no queremos enfrentarnos a una revuelta general (se ríe).

¿Cómo funciona la cooperación de Omaha con otras ubicaciones CLAAS?

Muy bien. Cooperamos de forma especialmente estrecha con las fábricas en Harsewinkel, Paderborn y en la ciudad húngara de Törökszentmiklós – todo funciona a la perfección. Desde hace algunos años formo parte de una organización mundial de directores ejecutivos. Cuando hablo sobre como trabajamos estrechamente con la fábrica madre en Harsewinkel y lo bien que nos enfrentamos a las limitaciones en las cadenas de suministro durante la pandemia, los directores ejecutivos de otras empresas tienen bastante envidia.

¿Cómo deberá desarrollarse la fábrica durante los próximos años?

Queremos seguir creciendo con fuerza e incrementar nuestra cuota de mercado en los EE.UU. Además, siempre estamos valorando qué otros productos del grupo CLAAS podrían ser fabricados en Omaha y qué piezas pueden ser obtenidas localmente. Esto tiene, lógicamente, que tener sentido desde un punto de vista económico. O ser primordial estratégicamente. Lo que está claro es que queremos seguir creciendo en Omaha – tenemos suficiente espacio para ello y, también, ¡un equipo humano con muchísimas ganas!