En 1929, en un taller de la localidad santafesina de Sunchales, se forjó una leyenda que todavía hoy sigue haciendo historia. Se trata de la Rotania, la primera cosechadora autopropulsada del mundo, un invento puramente argentino que acaba de cumplir 90 años. Y a modo de festejo, la maquina salió por un rato de las vitrinas del museo para volver a cosechar un lote de trigo en un campo de Balcarce, al sur de la provincia de Buenos Aires.
Convocados por CLAAS Argentina, Cestari Tolvas y KWS Argentina, un nutrido grupo de más de 200 personas tuvieron la oportunidad de participar de este viaje en el tiempo por la evolución agrícola y presenciar en vivo la vigencia de la Rotania. La proeza tuvo lugar el jueves 17 de enero por la mañana, en un lote del campo La Primavera, ubicado en el kilómetro 87,5 de la Ruta 226 en la localidad de Balcarce. La máquina, que fue restaurada por CLAAS en el año 2000, se lució ante el público acompañada por una LEXION 780. Ambas cosecharon un trigo de nada menos que 6500 kilos por hectárea. Vale la pena recordar que en 1929, en la Argentina se producían 8,30 millones de hectáreas de trigo, con un rinde por hectárea promedio de 1.200 kg/ha. La Rotania necesitaba de al menos tres a cuatro personas para poder cosechar unas 15 hectáreas por día. Hoy, se siembran 6,2 millones de hectáreas de trigo con un rinde promedio nacional de 3.080 kg/ha. Con la LEXION 780 una persona puede cosechar unas 150 hectáreas por día.